El sonido del  cuenco de cuarzo es puro y el simple hecho de hacerle sonar, es un acto sagrado, que nos ayudará en el proceso de nuestra sanación.
El sonido producido influye positivamente a los hemisferios cerebrales, armonizando, expandiendo y equilibrando nuestro cuerpo energético (centros de energía/chacras) a su vez nuestras células, tejidos y órganos y posteriormente nuestro campo aúrico.
Su sonido envuelve nuestro cuerpo proporcionándonos relajación y serenidad,
Si quieres limpiar el ambiente, posiciona el cuenco delante de tu corazón y hazle tocar unos minutos, la vibración será más pura, después haz vibrar el cuenco sala por sala.
Si lo posicionas al lado o sobre tu cabeza, ten siempre pensamientos positivos, puesto que elevará y amplificará  tus pensamientos.