Las crisis son oportunidades de aprendizaje, hay que estar atentos a lo que nos ofrece la vida, adaptándonos de la mejor manera para sufrir lo menos posible.
A veces no podemos elegir lo que nos ocurre, en la vida disfrutamos de cosas buenas, pero también tenemos sinsabores, siendo algunos injustos.
Tanto la práctica de Reiki, como su tratamiento, llegan mucho más allá del cuerpo físico, resultando eficaz en multitud de molestias y trastornos tanto físicos como psicológicos.
Cuando estamos frente a una situación que nos preocupa tenemos en nuestras manos la fórmula, de hacer frente y encajar las cosas de otra manera, depende de cómo reaccionemos, así será su evolución.
Reiki nos aporta bienestar y alegría, mejora el rendimiento y concentración, reduciendo la ansiedad, el estrés y liberando nuestros bloqueos